Terapia ocupacional y economía de mercado: ¿Valemos lo que queremos cobrar?
Los datos actuales de los que disponemos hablan por sí mismos cuando corroboran que la situación de la Terapia Ocupacional como profesión socio-sanitaria está creciendo de manera imparable en España. En los últimos 10 años nuestra disciplina cuenta con la creación de Colegios Profesionales, el nacimiento del proyecto del Consejo General de Colegios Profesionales de Terapeutas Ocupacionales de España, el Grado Universitario de Terapia Ocupacional y los Máster Oficiales que dan acceso a los terapeutas ocupacionales de este país a la realización de doctorados y con ello la profesión comienza a tener un mayor número de colegas que han culminado su carrera con un título de Doctor/ Doctora. Estos y otros muchos avances, aunque con vacíos legales, estén dando cuerpo al desarrollo profesional de la Terapia Ocupacional.
Sin embargo, hay un aspecto paradójico en la evolución de la disciplina. Existe un dato que afirma que el 88 % de los Terapeutas Ocupacionales en activo (colegiados o asociados en organizaciones profesionales de T.O.) realizan su profesión en el ámbito privado. Lo considero paradójico porque cada vez son más los terapeutas ocupacionales que están apostando por el autoempleo, por la creación de empresas de servicios de Terapia Ocupacional. Es entonces cuando los discursos cambian y mezclamos desarrollo de la Terapia Ocupacional con desarrollo empresarial.
Analizando el crecimiento que han tenido los servicios de Terapia Ocupacional privados, en atención a la infancia, ya que formo parte de ello, me he visto en situaciones complejas a la hora de determinar si realmente este hecho está haciendo crecer a la disciplina, o bien, la estamos haciendo añicos alejándonos cada vez más de los derechos humanos universales.
Son bastantes los compañeros de profesión que me han preguntado por el precio al que cobro una sesión de una hora de intervención, un proceso de evaluación inicial o las visitas al domicilio o al colegio del usuario/a. Y es un tema espinoso. Por mi parte nunca he tenido problema en hablar del tema, pero hay muchos otros terapeutas ocupacionales / empresarios que sí que los tienen. Y cuando he tenido la oportunidad de hablar de esto con colegas con los que tengo más relación personal llego a la conclusión de que muchos no quieren hablar o publicar precios por un tema moral o ético. La pregunta que me hago es ¿el servicio que das vale lo que cobras? Y son muchos los que externalizan la responsabilidad a otros servicios que no tienen nada que ver con la salud. Reflexiones como “es que la gente es capaz de pagar más de sesenta euros por unas mechas en la peluquería pero no para un sesión de terapia ocupacional” o lo mismo para cualquier cosa que sabemos que no valen, o no tienen el precio adecuado para lo que nos están cobrando. Es entonces cuando hay que detenerse y pensar que nos hemos metido de lleno en un discurso que pertenece a la economía de mercado y no tanto al de ofrecer servicios de Terapia Ocupacional. La ley de la oferta y la demanda. Apenas tengo idea de estos términos pero el que se considera padre de la Economía, Adam Smith, habla de esto en el libro “La riqueza de las naciones”.
En estos últimos 5 años he podido oír a diferentes personas, profesionales, padres o madres con niños con problemas en el desarrollo, estudiantes de Terapia Ocupacional y empresarios, afirmando que “la discapacidad infantil es el negocio del siglo XXI” y el factor común que tienen todas las reflexiones es que hay una necesidad que no está cubierta. Otra vez, términos de economía de mercado.
A fin de cuentas, a la pregunta que me hago si realmente estamos haciendo crecer nuestra disciplina basándonos en pilares éticos o bien estamos haciendo de la Terapia Ocupacional un servicio tan privatizado al que sólo tienen acceso las familias con cierto poder adquisitivo. La balanza se inclina más hacia lo segundo.
Podemos seguir externalizando la responsabilidad que tenemos sobre este tema, culpabilizando a los gobiernos o bien seguir construyéndonos nuestros propios chiringuitos. De una forma u otra estamos apoyando a las políticas neoliberales, al libre mercado, a que todo se compra y se vende, incluso la salud.
No hay otro comportamiento que más me recuerde al apoyo a estas políticas que el que sucede cada vez que un terapeuta ocupacional/empresario de este país realiza formación. Las redes sociales se llenan de títulos académicos conseguidos, los fines de semana de formación intensa se convierten nada más y nada menos que en una inversión para que, en términos éticos-profesionales se mejore la intervención y la praxis profesional, y en términos de economía de mercado, poder subir el precio de la sesión de Terapia ocupacional porque contiene más calidad. ¿De verdad?
Pues no. Porque luego en los comentarios de pasillo, los propios terapeutas ocupacionales / empresarios opinan que la formación por la que han pagado y gastado parte de su tiempo, no les ha aportado nada nuevo, sin embargo dan publicidad a su nuevo título.
No hace mucho, se vio en redes sociales una campaña para que los Terapeutas Ocupacionales fueran parte del sistema educativo. En un supuesto imaginario, y basándome en cómo se está desarrollando la disciplina en el ámbito infantil, me pregunté si de verdad nuestro colectivo estaba preparado para vernos incluidos en el sistema educativo. Y fue entonces cuando lo comparé con la situación actual de la profesión en el ámbito público sociosanitario: plazas que no se renuevan, bajas que no se cubren, mantenimiento de la misma ratio por usuarios, escasas creaciones de plazas y por los datos que he podido ver, más desaparición que creación…¿sería capaz un terapeuta ocupacional de demostrar en un colegio la importancia de nuestra disciplina en ese ámbito? ¿o se crearían algunas “plazas piloto” que nunca se verían aumentadas? Por ser prácticos, como no se sabría, no hace falta darle muchas vueltas al tema, pero una pequeña reflexión no vendría mal.
Termino tal y como empecé a desarrollar esta idea. Estamos en un momento bastante óptimo para seguir haciendo que la Terapia Ocupacional además de crecer, como lo está haciendo, tome unos u otros derroteros. Caminos comerciales y de servicios de venta o servicios basados en la mejora de la calidad de vida de los usuarios, de todos y cada uno de los usuarios que deberían tener acceso a un servicio de Terapia Ocupacional.
Un comentario sobre “Terapia ocupacional y economía de mercado: ¿Valemos lo que queremos cobrar?”
¡Excelente post! En Argentina pasa lo mismo, por un lado pareciera que el valor de nuestra prestación es alto cuando trabajamos con ética y calidad. Esto se debe a que hay colegas que por muy poco prestan servicios de mala calidad que nada se acerca a ser socio-sanitarios.