Terapeutas Ocupacionales en medio de la pandemia III

Terapeutas Ocupacionales en medio de la pandemia III

Con nuestro propósito de seguir compartiendo reflexiones, experiencias y prácticas de las terapeutas ocupacionales en tiempos de Pandemia, seguimos con nuestra línea de artículos cooperativos. Su propósito no es otro que visibilizarnos y reconocer el trabajo de compañeras y compañeros que han tenido la necesidad de adaptar su ejercicio profesional o que están desarrollando iniciativas distintas y valiosas. 

En esta ocasión nos acompañan Marcos Morlanes e Isabel Vidal desde Zaragoza, Sonia de Lama desde Valencia, Olga Cuairán, Marta Negral, Blanca Martínez y Pilar Durán desde Navarra. Muchas gracias a todas ellas por dedicarnos su tiempo y sus textos:

Sonia de Lama es Terapeuta Ocupacional en el Hospital La Fe de Valencia y además trabaja en el Centro Banner de intervención con niñ@s y jóvenes.

“En el Hospital se suspendió la atención a pacientes externos, por lo que actualmente de manera presencial trabajamos en casos de urgencia y hospitalizaciones, tanto en pediatría como en adultos.

Continuamos realizando nuestra intervención con pacientes neurológicos hospitalizados, en la unidad de quemados, AVDs y transferencias, en la UCI neonatal y en hospitalización pediátrica. Aunque no haya actividad presencial con los pacientes externos seguimos en contacto vía mail y telefónica, apoyamos a las familias, supervisamos a través de vídeos que comparten con nosotras, trasladamos pautas, planteamos nuevos objetivos y estamos en contacto realizando un acompañamiento individualizado, adaptado a las necesidades de cada caso.

También hemos creado materiales, por ejemplo junto al equipo de fisioterapeutas pediátricos se han realizado unos vídeos con pautas para la adaptación al domicilio que se dan al alta de la UCI neonatal ( https://www.youtube.com/user/NuevoHospitalLaFe1/videos )

En el Centro Banner (centro multidisciplinar dirigido a niñ@s y jóvenes con algún condicionante de salud) se suspendieron los tratamientos el día 13 de marzo, coincidiendo con el cierre de los centros escolares en la Comunidad Valenciana. Desde el principio, y con el objetivo de colaborar en la no propagación del virus, el centro se ha mantenido cerrado. 

Hemos continuado junto a los niñ@s y sus familias a través del teléfono, whatsapp y vídeo-llamadas. Hemos propuesto retos que han compartido entre los niños y se han motivado unos a otros a participar, hemos creados vídeos de actividad física para poder trabajar en familia, hemos propuesto diferentes actividades y los hemos divulgado en las redes sociales.

Lanzamos al inicio una iniciativa de atención telefónica gratuita para toda aquella familia que lo pudiera necesitar, y seguimos al pie del cañón todos los días. Las familias también comparten con nosotras sus dudas, sus avances, realizan consultas y es admirable como la mayoría de niñ@s han conseguido adaptarse a esta situación. Nosotras continuamos con reuniones de trabajo en equipo a través de vídeo-llamadas para mantener la coordinación.

Somos Marcos Morlanes e Isabel Vidal, terapeutas ocupacionales de “2.a vía Acompañamiento terapéutico”, una cooperativa de iniciativa social que trabaja en Salud Mental comunitaria en  la ciudad de Zaragoza. 

Marcos: Formo parte del equipo de apoyo socio comunitario (EASC). Previamente a esta situación, mis funciones consistían en el acompañamiento a las personas atendidas en los procesos comunitarios. Para la comunidad, sus redes y sus procesos  esta situación ha supuesto un terremoto.  

Isabel: Durante mucho tiempo fui socia trabajadora de la cooperativa y ejercí como terapeuta ocupacional y coordinadora de pisos supervisados y de diversos programas de promoción de la salud mental comunitaria. Antes de la pandemia mi participación en la cooperativa era sobre todo como socia en gestión, cuidado del equipo, planificación y supervisión de programas.

Marcos: Mi trabajo en estas semanas ha consistido en acompañar través de llamadas telefónicas, evitando en todo lo posible la asistencia en domicilios. Visitas a domicilios, en muchos casos inevitables, debido al aislamiento social. He tratado de poner el acento en el mantenimiento de rutinas y del equilibrio ocupacional, mantener la red de apoyo social, informar del desarrollo de la situación combatiendo los bulos … 

En estos encuentros han sido muchos los obstáculos que me he encontrado. La mayoría de contactos sociales se han digitalizado al igual que ha sucedido en el acceso a la cultura. He tratado de adaptar este código haciéndolo accesible a las personas atendidas en EASC, ya que la brecha digital no ha hecho más que agrandarse en estas semanas. Quizás  deberíamos darle a las tecnologías la importancia que tienen hoy en día y trabajar en su accesibilidad. Creo que en ese ámbito, la terapia ocupacional tiene mucho que decir todavía.

La asistencia telefónica se ha tornado imprescindible y con ella se ha agudizado mi capacidad de escucha, hasta de los silencios se obtiene información. Probablemente, este sea un aprendizaje que me ayudará en un futuro. Aún con todo, siento que a través de estos contactos telefónicos el vínculo que tanto cuesta establecer se va debilitando. Esa capa protectora  que tanto cuesta atravesar se ha cerrado debido al aislamiento y es aún una incógnita cuánto del camino andado hemos desandado en estas semanas.

Isabel: En este tiempo de pandemia y confinamiento he visto que mi lugar en la cooperativa tenía que ver con cuidar al equipo, sobre todo a unas monitoras que seguían manteniendo la carga más fuerte del trabajo presencial esencial en pisos y comunidad (tan extraña, distanciada  y diferente ahora)  y estaban teniendo  que trabajar con el miedo y la incertidumbre de las personas a las que acompañamos y de ellas mismas. Ante la urgencia de adaptarse a esta nueva situación y la acumulación de tareas y estrés, lo que he podido aportar, junto a otras socias-trabajadoras, es escucha y acompañamiento para no desatender los espacios de cuidado mutuo entre trabajadoras y reforzar la atención a las personas en el programa de pisos que más lo necesitaban. A pesar de no poder vernos y del distanciamiento físico que se impone en esta situación, la frecuencia en el contacto con mis compañeras ha aumentado, tanto individual como en el equipo, intentando paliar el distanciamiento  social. 

Con las personas con sufrimiento psíquico con las que he vuelto a estar en contacto frecuente por teléfono, video-llamadas, etc. me ha sorprendido cómo, con algunas de ellas,  el vínculo, que necesita del cuerpo, la mirada y  la constancia en la presencia para consolidarse, permanece,  incluso llevando un  tiempo sin estar en la atención directa a ellas. Algo que me ha permitido situarme en un lugar más horizontal y volver a comprobar que la autorrevelación (bien utilizada)  funciona, en muchos casos les sirve saber qué actividades hago yo, que a mí también me agobia esta situación, me preguntan por mis hijos,…y eso calma y funciona. La distancia de este tiempo me permite volver sin ocultar mi vulnerabilidad y humanidad y, de nuevo,  compruebo  que eso sirve para poder trabajar en la suya y en lo que necesitan; los límites  de esta autorrevelación están en continuar siendo un lugar seguro en el que apoyarse y centrarme en sus necesidades y posibilidades.

Marcos: En estas semanas, en mi caso, la palabra equipo, que antes ya era muy importante,  se ha comenzado a escribir con mayúsculas. Ahora más que nunca es necesaria la comunicación dentro del equipo. No sólo hablo de una comunicación operativa, sino de una comunicación sanadora. Las nuevas dinámicas que se han creado, las exigencias a las que nos enfrentamos cada día son compartidas y comprendidas por mis compañeras y merece la pena fortalecer esa red dentro de los equipos y más en momentos así.

Isabel: Creo que algo específico que hemos aportado Marcos y yo y que tiene que ver con que seamos terapeutas ocupacionales es tratar de mantener la visibilidad, la participación colectiva y la cohesión grupal entre todas las personas vinculadas a 2.a vía (profesionales y usuarias) a través de iniciativas surgidas desde T.O: Un vídeo de actividad física propuesta por Marcos en el que también aparecen las otras profesionales del equipo haciendo los ejercicios, que se ha pasado por Whatsapp a las personas de EASC y Pisos y se ha enseñado en las intervenciones presenciales a las personas que no tienen esta App, para  promover la actividad física y evitar el sedentarismo en estos días. Otro video en el que participamos usuarios/as y profesionales en el que hacemos un collage colectivo con nuestros aprendizajes sobre la vida cotidiana en esta crisis. Ambas iniciativas, comparten la meta de mitigar el distanciamiento social entre nosotr@s. 

Marcos: Hacia el futuro, me genera inquietud el miedo que puedan sentir las usuarias al reincorporarse a las rutinas anteriores condicionada, entre otros factores, por la sobreinformación a la que han estado expuestas,  a menudo no objetiva o incluso falsa.   

Marcos e Isabel: Esta situación, este parón, supone también una oportunidad para repensar y profundizar en la siempre necesaria reflexión de si las actividades, las rutinas, los talleres, los acompañamientos,… que estamos promoviendo y realizando responden realmente a las necesidades y procesos de las personas con y para las que trabajamos. En este ámbito las y los terapeutas ocupacionales siempre estamos en riesgo de  “hacer por hacer” o “porque lo dice el equipo” o “porque las ocupaciones son “buenas” y nuestra labor es hacer que participen” o “porque lo dice el psiquiatra u otras personas”. Esta pandemia nos regala un tiempo de hacer menos, para poder reflexionar más sobre lo que hacemos y para quién lo hacemos.

Olga Cuairán

Mi nombre es Olga Cuairán. Soy Terapeuta Ocupacional desde hace ya 20 años. Desde hace 10 soy funcionaria del Gobierno de Navarra y siempre he trabajado en el Departamento de Derechos Sociales. Una de mis tareas más largas ha sido la valoración de la situación de dependencia y últimamente, la investigación y aportaciones para adaptar los baremos de valoración de la discapacidad a la CIF, a nivel nacional. En mi trayectoria también me ha tocado ser gestora de los servicios para personas con discapacidad en la Comunidad Foral, siendo jefa de una sección que coordinaba alrededor de 2000 plazas entre pisos, residencias, CRPS, etc.

Durante el mes de marzo estaba inmersa en la puesta en marcha en la CF Navarra de los servicios de Promoción de Autonomía personal, a través de los Centros de Día y residencias de mayores. Todo este trabajo se vio paralizado por una baja laboral que tuve que sufrir durante 17 días por unas amigdalitis víricas que se complicaron… Aún ahora sigo pensando si no tuvieron relación con el COVID-19? Los días previos a ponerme enferma, había estado en una formación intensiva de 3 días con 60 personas y con profesionales expertos que venían de Finlandia y nos acercaban los Modelos Dialógicos a Navarra. Poco después del alta médica, y cuando me disponía a reincorporarme al proyecto de poner en marcha los Servicios de Promoción de Autonomía para personas mayores, empezó el confinamiento.

A nivel ocupacional sentía que podía hacer más, mucho más de lo que estaba haciendo que básicamente era nada al principio pues hubo que paralizar todas las rutinas laborales diarias en las que hubiera contacto sobre todo con personas mayores. Poco a poco, desde el Departamento de Derechos Sociales se fue tejiendo las nuevas funciones del equipo de valoración de la situación de dependencia en Navarra y viendo que era necesaria nuestra intervención en asesorar y apoyar a los Centros residenciales de mayores, para ayudar a poner en marcha los protocolos que el Departamento de Salud establecía y dado que este departamento estaba sufriendo la presión asistencial y el pico de intervenciones en todas sus áreas, que mejor que contar con los sanitarios del Departamento de Derechos sociales para este fin, además de con nuestro inestimable conocimiento en profundidad de todas las residencias del territorio puesto que allí nos llevaba nuestra labor diaria como valoradoras de dependencia. Tengo que decir que nuestro equipo está formado por 9 TO, 3 DUE y una fisioterapeuta. Todas hemos estado al pie del cañón, llevando a cabo esta labor de asesoramiento y recogida de necesidades para coordinar con el departamento de salud.

Y así un día llegó la propuesta de la Consejera de Derechos Sociales en Navarra de abrir un par de centros de media estancia para personas mayores con COVID-19 y así poder ayudar a mitigar la carga asistencial de algunos de estos centros de mayores que desgraciadamente han tenido que sufrir el ataque feroz del maldito coronavirus.

Mi disposición geográfica en Navarra (vivo en Tudela, sur de la Comunidad) y experiencia previa como gestora, fueron los determinantes para que esa llamada llegase a mí. Mi vocación sanitaria (no lo puedo evitar, siempre ha sido así) hicieron que diese un rápido sí a la propuesta de dirigir este centro de la Ribera Navarra que lo iban a ubicar en un balneario cerrado desde el 15 de marzo forzosamente y que tan generosamente, han puesto a disposición de la administración sus gestores.

No omitiré que estoy al frente de un proyecto que si lo hubiésemos querido poner en marcha en tiempos “normales” hubiese costado algo más de un mes o dos meses; pues bien, en cuatro días literales, lo hemos equipado, transformado, adaptado, a un centro que hace equilibrios entre una planta de hospital y un centro residencial de mayores. No disponemos de toda la aparatología hospitalaria necesaria, obviamente, pero sí de un equipo de 4 enfermeras que cubren las 24 horas y una médico que está al pie del cañón todos los días. Igualmente tocó contratar a dos equipos de auxiliares que trabajan en turnos de 12 horas, cubriendo igualmente la noche y el día. Sin olvidar, auxiliares de cocina, mantenimiento, lavandería, limpieza, etc.

Esto ha supuesto para mí, a nivel profesional, un revulsivo; un tener que poner y exponer mis habilidades de todo tipo en marcha y al 120% en cuestión de horas; un tener que sacar las habilidades directivas y a la vez la templanza y el buen hacer, sin saber que las tenía…….El llorar a escondidas por momentos de estrés que me liberan emocionalmente para remontar con fuerza y seguir con la siguiente tarea; el dejar mi rol de madre y esposa aparcado y en stand-by, pero dando las explicaciones oportunas a mi familia del por qué hago esto y por qué es importante que alguien lo haga.

Y tras todo un acumulo y remolino de situaciones vividas, de cambios de entorno, de adaptación rápida a nuevas funciones, sensaciones, personas, roles, etc… parece que ha llegado la rutina y calma. Ahora funcionamos como si llevásemos años en este centro trabajando (solo llevamos 3 semanas), hemos atendido a 28 personas COVID positivo y ya hemos dado un alta a domicilio y puedo decir que ¡NO HAY MAYOR SATISFACCIÓN PERSONAL Y PROFESIONAL QUE DAR UN ALTA DE ESTE CENTRO!.

Archivo:Localización de Navarra.svg - Wikipedia

Marta Negral Paredes, Blanca Martínez Martínez y Pilar Durán Carrillo son tres terapeutas ocupacionales que trabajan en la Red de Salud Mental del Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea en Navarra

Marta trabaja en la Clínica de Rehabilitación de Salud Mental, servicio donde hasta el 14 de marzo los pacientes ingresaban en régimen de hospitalización completa, semanal o día en función de su situación psicopatológica y funcional, donde las intervenciones de terapia ocupacional se desarrollan tanto en formato grupal e individual y donde trabajan en la actualidad dos terapeutas ocupacionales a jornada completa.  En este servicio para reducir riesgos por la situación de alarma, se minimizaron las intervenciones individuales, se adaptaron las grupales, y se redujo el equipo presencial. 

Blanca trabaja en la Unidad de Deterioro Cognitivo del Hospital de Día Psicogeriátrico de la Red de Salud Mental, donde se lleva a cabo junto con otra TO un programa de tratamiento ambulatorio de estimulación cognitiva a personas con deterioro cognitivo, en el que la intervención se realiza tanto en un formato grupal como en atención domiciliaria (a distancia, con consultas presenciales programadas) y que se suspendieron al decretarse el estado de alarma, además de un programa de estimulación cognitiva online que no ha sufrido cambio alguno durante el estado de alarma. 

Pilar trabaja en el Centro San Francisco Javier de la Red de Salud Mental donde en la actualidad hay 4 unidades residenciales (3 de Psicogeriatría y 1 de RAEM) y donde trabajan 1,5 TO habitualmente. 

Tras el decreto del estado de alarma, Marta por la reorganización de las presencias en la clínica pasó a estar disponible para otros servicios, Blanca y su compañera pasaron a alternar la presencia en la unidad, cambiando su atención, pero no dejando sin servicio a las personas que habían iniciado el tratamiento en la unidad. Prepararon material para continuar, en la medida de lo posible, la estimulación cognitiva en el domicilio y han estado realizando un seguimiento de todos los usuarios del servicio de forma telefónica regularmente además de mantener en funcionamiento el programa online. En el caso de Pilar, las actividades de tratamiento de terapia ocupacional se redujeron al mínimo que permitiera crear una rutina nueva en los pacientes ingresados, mantener la estimulación y el tratamiento individualizado y evitar riesgo de transmisión entre pacientes de distintas unidades; para ello se aislaron las unidades residenciales de tal manera que los residentes no tuvieran contacto entre ellos y compartieran el personal mínimo indispensable para evitar riesgo de contagios entre unidades, por ello el equipo de terapia se redujo al mínimo presencial (1 TO) y teletrabajo y preparación de materiales el resto del equipo de TO. Durante el primer periodo hubo que dividir espacios, reorganizarlos y sobre todo apoyar y explicar a los residentes por qué era necesario el cambio y la situación que se estaba viviendo. Además de esto fue necesario adaptar las actividades a alternativas que permitieran que la oferta de actividades terapéuticas garantizara la participación de todos los residentes que conviven en la misma unidad, de manera simultánea y estuvieran adaptadas a las diferentes capacidades de los mismos.

Tras 10 días del estado de alarma y con la intervención de terapia ocupacional reorganizada en los diferentes servicios donde habitualmente trabajamos, se puso en marcha desde la Gerencia de Salud Mental un teléfono de apoyo emocional a profesionales que estaban en primera línea de atención tanto en servicios de salud y socio sanitarios, y para ello contaron con nosotras como coordinadoras de la atención además de con Vito, trabajadora social de la red de salud mental, que a pesar de estar liberada por actividad sindical y con un volumen alto de trabajo en el sindicato durante la pandemia, se puso a disposición de la red para lo que se pudiera necesitar. 

La coordinación consiste en realizar la primera atención a las personas que llamaban solicitando apoyo emocional y/o psicológico, recoger unos datos mínimos (de cara a identificar a la persona que demanda atención y hacer un registro que permita realizar un análisis de la demanda recibida) y derivar la llamada a psicólogos y psiquiatras de la Red de Salud Mental que están disponibles en sus domicilios para realizar esas atenciones, de manera voluntaria y en turnos de 4 horas. El teléfono tiene un horario de atención de lunes a domingo de 8h – 20h y la labor de coordinación ha estado dividida en turnos de 6h diarias de lunes a domingo.

Hasta el momento, la demanda de atención y/o apoyo emocional al personal de primera línea no ha sido muy elevada; las hipótesis que barajamos para dar explicación son por un lado, la duplicidad del servicio ya que se ha puesto en marcha servicios similares desde diferentes colectivos, lo cual no ha facilitado una coordinación sino todo lo contrario y por otro lado, la propia dificultad del personal sanitario y socio sanitario para admitir que necesita apoyo y pedir ayuda, así como el alto nivel de exigencia de la propia situación en el trabajo, que hasta que no disminuye no nos permite evaluar nuestra propia situación y tomar la decisión de pedir ayuda. 

En la última semana además se está reorganizando de nuevo la atención en nuestros diferentes servicios para afrontar la situación de desescalada y habrá que reorganizar también como se mantiene esta atención ya que lo previsible es que se incrementen las demandas de apoyo según vayamos siendo conscientes de lo que hemos vivido, del coste que ha tenido y de que para recuperarnos y ayudarnos a seguir adelante hay recursos puestos a nuestra disposición que pueden disminuir la repercusión final en nuestra vida diaria.   

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