El elefante en la habitación: racismo sistémico, hispanidad y Terapia Ocupacional, a propósito de Kronenberg

El elefante en la habitación: racismo sistémico, hispanidad y Terapia Ocupacional, a propósito de Kronenberg

“Cada generación, dentro de una relativa opacidad, tiene que descubrir su misión, cumplirla o traicionarla”

(Frantz Fanon)

El pasado día 13 de octubre llegaba a mis manos el artículo de Frank Kronenberg (1) escrito a demanda del Consejo Editorial y publicado en la Journal of Occupational Science (JOS) en relación a la elaboración de un número monográfico sobre antirracismo y el propio posicionamiento del Consejo en relación al racismo sistémico, enmarcado en toda una serie de manifiestos y declaraciones emitidas por algunas de nuestras organizaciones a raíz del asesinato de George Floyd en los Estados Unidos. 

Hay que reconocer, de entrada, la valentía que supone, para ambas partes, el ejercicio público de exposición de una crítica y la forma de gestionarla con el que, ciertamente, no estamos nada acostumbrados en la terapia ocupacional patria. De hecho, seguramente haya a quien le resulte violento que un autor pueda llevar a cabo un cuestionamiento directo, exhaustivo y brutalmente honesto, contra quienes le invitan a escribir en su revista sobre un tema tan crucial. Para mí es un signo de salud y madurez de la profesión que me pregunto si en nuestro contexto podríamos llegar a realizar sin acabar en el barro de la descalificación personal, como en otros casos ya ocurriera (2)(3).

Lo siguiente que vino a mi cabeza, por alusiones en un determinado punto del texto, fue pensar en la necesidad de trasponer algunas de las reflexiones de Frank a nuestro contexto, considerando el impacto que los acontecimiento sociales mundiales en relación al racismo y su tratamiento mediático hubieran podido generar en España en general, y la terapia ocupacional española en particular, como continuación de los documentos de posicionamiento citados en su artículo (1): ‘Justice and Systemic Racism’ (AOTA, 31 Mayo); ‘No Silence in the Face of Inequality and Injustice’ (CAOT, 4 Junio); ‘Diversity’ (RCOT, 5 Junio); ‘Call to Action Regarding Systemic Racial Oppression’ (OTASA, 16 Junio); ‘Systemic Racism’ (WFOT, 18 Junio).

Todo ello, entroncado en una actualidad nacional en la que, ya desde hace tiempo, el discurso xenófobo, racista y aporófobo de la ultraderecha y el fascismo se encuentra cada vez más presente y con más capacidad para condicionar la agenda política y social de nuestro país, posicionando a colectivos concretos (MENAS, inmigrantes, okupas, etc.) como el centro y la causa de los males que nos aquejan; a la vez que se fagocita y apropia indebidamente la simbología compartida (corona, constitución, bandera, ejército, víctimas, etc.) para resignificarla en beneficio de sus propios intereses.

El “día de la hispanidad”, es solo un accidente más para considerar si, en esto del racismo sistémico, (entendido tal y como se plantea en el artículo, desde una perspectiva histórica), en España las terapeutas ocupacionales tendríamos alguna reflexión significativamente distinta que hacer a propósito de nuestro pasado colonial, su influencia en la construcción de las injusticias del mundo presente y los beneficios que, todavía hoy, disfrutamos.

No soy ni mucho menos un experto en racismo. No puedo serlo por mi propia condición y los privilegios que de ella se derivan y disfruto a pesar de mis propios cuestionamientos. Pero como le ocurre a Frank, mi experiencia personal y profesional de algún modo condicionan seguramente mi interés por la cuestión. En primer lugar, toda mi trayectoria profesional se ha desarrollado en el trabajo con personas gitanas, el colectivo más afectado por el racismo y el trato discriminatorio en España (2) (4); y con personas privadas de libertad (a sabiendas que el sistema penal español ejerce su función de una manera selectiva y discriminatorio (5) lo que deriva en una sobrerepresentación (6) de determinadas poblaciones “racializadas” en prisión) de la misma manera que ocurre en otros muchos países occidentales. Sin ir más lejos, Estados Unidos, donde si la población penitenciaria fuera una ciudad sería, por número de habitantes, “la cuarta mayor metrópoli del país” (7).

También porque resido, desde hace diez años aproximadamente, en uno de esos barrios (Usera) del sur de la ciudad de Madrid, con una elevada tasa de inmigración (y precarización) y que últimamente ha estado de moda por las medidas de confinamiento especialmente severas que nos han sido aplicadas, bajo la justificación teórica (y poco científica) de que los modos de vida de las personas inmigrantes, por el mero hecho de serlo, generaban un mayor riesgo de contagio. Y puedo comparar, porque hasta que me independicé, viví en los barrios del norte de la capital (Barrio del Pilar y Arroyo del Fresno) donde, por más que hubiera dificultades, nunca viví, por un lado el abandono y, por otro, la presión policial que ahora vivo, pudiendo comprobar en mi propia experiencia como se hace realidad la reflexión de Loïc Wacquant (7): “El estado no responderá a la ´terrible miseria´ de los barrios desheredados mediante un fortalecimiento de su compromiso social, sino con un endurecimiento de su intervención penal. A la violencia de la exclusión económica, opondrá la violencia de la exclusión carcelaria (…) La atrofia deliberada del Estado Social corresponde a la hipertrofia distópica del Estado penal: la miseria y la extinción de uno tienen como contrapartida directa y necesaria la grandeza y la prosperidad insolente del otro”. La Pandemia no ha venido más que ha someter este contexto a una tensión extrema que ha hecho estallar sus costuras, dejando a la vista todas sus vergüenzas.

Partiendo de esta realidad situada, no podía dejar de interrogarme, a medida que leía las reflexiones de Frank sobre la pertinencia, el fondo, la honestidad y el interés relativo del posicionamiento antirracista de la JOS, si es que en España algo de todo este movimiento “Black Lives Matter” (BLM) o sus derivadas, había llegado a calar, siquiera incentivar una postura específica en terapia ocupacional de alguna de nuestras instituciones (Colegios Profesionales, Asociaciones, Universidades, Revistas, etc.). Con el ánimo de dar continuidad a ese cuestionamiento directo, público y constructivo sobre la posición de la terapia ocupacional en referencia al racismo sistémico en nuestro contexto, me he tomado la molestia de recorrer las redes (aunque no exhaustivamente) en busca de alguna certeza al respecto, y estos son los resultados: 

  1. APETO, organización estatal que ostenta actualmente la representación internacional de la terapia ocupacional española, no ha emitido ninguna posición al respecto. Ni siquiera recoge en sus redes o sección específica de la web (8) la posición publicada por la Federación Mundial (9).  
  2. El Consejo General de Colegios de Terapeutas Ocupacionales de España, tampoco ha emitido ninguna posición institucional al respecto ni se ha hecho eco de la publicación de la WFOT, a pesar de recoger varios de los documentos publicados por ella en estos meses en relación a la Pandemia.
  3. En los Colegios Autonómicos de Terapia Ocupacional, una dinámica similar a la existente a nivel estatal, compartida en la práctica totalidad de ellos: ningún posicionamiento institucional frente al racismo sistémico ni eco sobre la publicación de la WFOT, a pesar de sí haber recogido otras de sus actualizaciones referentes al Covid-19. La única mención encontrada, una sesión online sobre racismo sistémico organizada por el Colegio de la Comunidad de Madrid e impartida por el propio Frank Kronenberg, sin que de ello se derivase una continuidad de acciones o posturas institucionales.
  4. En la Revista TOG, como publicación de referencia para las terapeutas ocupacionales en España, tampoco se ha emitido ninguna declaración institucional al respecto, ni incentivado la generación de monográficos, recopilatorios o documentos que puedan alentar una revisión más amplia y sistematizada sobre la cuestión. 
  5. CNDEUTO y SOCINTO, como representantes del ámbito académico y científico respectivamente, tampoco se han interesado por la problemática e incentivado su abordaje desde el plano de la investigación o la docencia, al menos en el contexto público de sus actuaciones. 

Si, tal y como dice Ramugondo al referirse a las ocupaciones conscientes, (10) “las prácticas dominantes se sustentan a través de lo que las personas hacen todos los días, con implicaciones para la salud personal y colectiva” y en ello ha jugado un papel fundamental “las instituciones del sistema mundial capitalista, patriarcal, occidental-céntrico, cristiano-céntrico y colonial moderno” (11), parece pertinente, si se pretende abordar la cuestión, empezar por reconocer honestamente qué hacemos las terapeutas ocupacionales españolas (individual y colectivamente) en referencia al racismo y las actividades de la vida cotidiana, como mecanismos concretos que reflejan las limitaciones en la participación que de él se derivan, o que alimentan su sostenibilidad.

A este respecto y atendiendo a la información recabada, ¿qué puede aprenderse de la situación actual?:

  • El racismo no supone un tema de interés para la terapia ocupacional en España, a pesar de sus implicaciones sobre el desempeño ocupacional en la vida diaria de muchas personas en nuestra sociedad y a pesar del incremento de discursos y prácticas xenófobas y racistas que alimentan y sostienen situaciones de injusticia ocupacional. 
  • El incremento de diálogo al respecto del racismo, que ha podido generarse en el entorno internacional de la profesión como consecuencia de los acontecimientos sociales sucedidos, no ha tenido un reflejo un mayor interés en la terapia ocupacional española. 
  • La posición institucional de la WFOT (9) sobre racismo sistémico ha tenido nula capilaridad en el conjunto de organizaciones de terapia ocupacional en España ya sean Asociaciones o Colegios.
  • En consecuencia de lo anterior, el propio posicionamiento de la WFOT sobre racismo sistémico (9) ni siquiera ha sido sometido a una revisión desde la óptica de la terapia ocupacional española. Resultaría muy pertinente al objeto de cuestionar, tal y como Frank Kronenberg ha hecho con la JOS, determinadas premisas que se dan por hechas y que no son reales en su aplicación a nuestro contexto: “trabajo informado por la voz colectiva de las organizaciones miembro”, “estructura de gobernanza representativa”, “un país, un voto”, etc.
  • El Covid-19 y su especial impacto en nuestro contexto ha podido opacar el eco potencial del posicionamiento de la WFOT sobre racismo sistémico en España.

En consecuencia, ¿podemos apuntar alguna línea estratégica que debiera seguirse en referencia a la atención a las necesidades ocupacionales de las personas que sufren o han sufrido racismo?, quizá sea un buen momento para empezar a hablar de ello:

  • La terapia ocupacional en España podría empezar por reconocer institucionalmente el excesivo tiempo de desatención sobre el racismo sistémico y, por qué no decirlo, su complicidad potencial con las acciones (u omisiones) que pudieran haber contribuido o estar contribuyendo a su sostenimiento, en tanto que las terapeutas ocupacionales pudiéramos haber actuando, más que como promotores de la libertad y los Derechos Humanos, como opresores ocupacionales (agentes a través de los cuales se concretan u operativizan, a diferentes escalas y con distinto grado de responsabilidad y medios, toda una serie de limitaciones sobre el libre ejercicio de ocupaciones necesarias o significativas).   
  • Es justo insistir en que el análisis y abordaje que se debiera realizar sobre esta cuestión, debe tener en cuenta, la consideración histórica de España como país colonizador, y cómo esa relación de dominación ha forjado durante siglos las manera de hacer, ser y llegar a ser de millones de personas y comunidades. 
  • Deben considerarse acciones y recursos específicos si se quiere que las grandes estrategias y políticas de las organizaciones que representan internacionalmente a la profesión, encuentren un desarrollo concreto en los países miembro, empezando por garantizar elementos básicos de representatividad, transparencia y comunicación.
  • Deben investigarse, desde una perspectiva ocupacional, las interacciones entre el racismo y las ocupaciones humanas, para identificar formas concretas de evaluar e intervenir sobre ellas al efecto de desarrollar una terapia ocupacional antirracista.
  • Resultaría, más que conveniente, alimentar el análisis relativo a esta problemática en nuestro contexto con las experiencias de terapeutas ocupacionales con amplio recorrido en la reflexión sobre la práctica y la teoría de la terapia ocupacional culturalmente relevante, tales como Inda Zango, Esther Domínguez o Inés Viana, y las aportaciones de terapeutas ocupacionales racializadas que ejercen y viven aquí.
  • Deben incluirse, además, en esos potenciales análisis, las interacciones y retroalimentaciones del racismo con otras dinámicas hegemónicas para que la mirada antirracista, sea también anticapitalista, antimachista, etc.  

BIBLIOGRAFÍA

(1) Kronenberg, F (2020) Commentary on JOS Editorial Board’s AntiRacism Pledge, Journal of Occupational Science, DOI: 10.1080/14427591.2020.1827483

(2) Vicente A (2007) 20 años en APETO: vivencias y reflexiones (p.48) Revista informativa de la APETO. Especial 40 aniversario. Nº 44.

(3) Sanjurjo G. (2019) Cuando uno vale cientos y cientos no valen nada (versión censurada) https://www.therapeutica.es/index.php/in-formacion/item/249-cuando-uno-vale-cientos-y-cientos-no-valen-nada-gabriel-sanjurjo-castelao

(4) FSG (2019) Discrimination and the Roma Community. Annual Report. https://www.gitanos.org/upload/79/59/Informe_de_discriminacio__769_n_FSG_2019__ingles_.pdf

(5) García Añón J., Bradford B., García Sáez JA., et. Alt. (2013) Identificación policial por perfil étnico en España. Informe sobre experiencias y actitudes en relaciones con las actuaciones policiales. Universidad de Valencia. https://cdn.20m.es/adj/2013/10/17/2457.pdf

(6) Otro Derecho Penal es posible (2010) Desenmascarando mitos que sostienen el sistema penal. Instrumento de pedagogía para la cultura jurídica al alcance de todos. http://www.larevistilla.org/wp-content/uploads/2012/10/Doc-2%C2%BA-Desenmascarando-mitos-que-sostienen-el-sistema-penal.pdf 

(7) Wacquant L. (2000) Las cárceles de la miseria. Madrid: Alianza Editorial

(8) APETO. Sección web. https://apeto.com/wfot.html

(9) World Federation of Occupational Therapists . (2020). WFOT statement on systemic racism . https://www.wfot.org/assets/resources/WFOT-Statement-on-Systemic-Racism-Spanish.pdf 

(10) Ramugondo, E. L. (2015). Occupational terminology: Occupational consciousness. Journal of Occupational Science , 23 (1), 488-501. http://doi.org/10.1080/14427591.2015.1042516   

(11) Grosfoguel, R. (2016). What is racism? Journal of World-Systems Research , 22 (1), 9-15. http://doi.org/10.5195/jwsr.2016.609

4 comentarios sobre “El elefante en la habitación: racismo sistémico, hispanidad y Terapia Ocupacional, a propósito de Kronenberg

  1. Magnifica reflexión.
    Nuestra profesión está sumergida en sus propios intereses y mira poco a su alrededor.
    Por otra parte, a pesar del gran contenido social de nuestra disciplina, cada vez estamos más encerrados en salas artificiales muy alejadas del contexto social, cultura y físico. Los replanteamientos que debemos hacer sobre el significado y las aportaciones de la terapia ocupacional en la sociedad requieren un trabajo colectivo y reflexivo. A pesar de la creación de colegios, asociaciones, etc., parase que cada vez somos más individualistas, usamos a los colegios y asociaciones fundamentalmente para defender intereses personales y no vemos estas agrupaciones como un medio para difundir en la sociedad nuestros principios éticos. Quizás sea que nosotros mismos no tenemos asumidos y/o no consideramos los principios éticos de nuestra profesión.

  2. Vaya! Me parece una critica muy acertada.
    Me permito compartir un poco de mis vivencias como Migrante en España, Terapeuta Ocupacional, Mujer, Sudamericana, Persona, Sanitaria, aveces enrabiada, Oprimida, aveces feliz, Consumista, irritable, etc etc etc.
    Hace 5 años cuando llegue a Mallorca me sorprendi de la cantidad de asiatic@s dando masajes en las playas a pleno calor, tocando a personas que apenas les miraban y parecia que asi debia ser. Tambien descubri las casas de “masajes” = prostitucion asiatica, parte de la naturaleza de la selva de cemento de Palma. Me sorprendio tambien ver practicamente solo a negr@s cargando productos en las playas a pleno calor, para vender a quien pudiere interesarle. Lo converse con mis nuevos amigos a quienes no les hizo mucho sentido mi asombro.
    Mas tarde, otra vez vuelvo a sorprenderme con un discurso racista sobre l@s gitan@s, el discurso me choco mas porque percibia que era muy compartido y poco critico, salido de un entorno de investigacion “critica” en salud.
    El que me llamaran sudaka a modo de “broma ultra repetida” no me molestaba ni me sorprendia despues de todo esto. Por el contrario, me generaba orgullo e identidad.
    Alguno de ellos continuan siendo mis amig@s, aprendo de ellos de lo que quiero y no quiero construir. Finalmente pienso (sin miedo a equivocarme y con miedo a que en este comentario predomine la rabia) que es un pueblo que aparentemente, no sabe mucho de resistencia. Alomejor por su historia, alomejor no. Espero que podamos resistir y salir de esta paralisis social, espiritual, vital. Reaccionemos!!!!
    De momento solo puedo comentar a modo personal, que cada dia intento compartir con personas de la calle (muchos de ell@s gitan@s), quienes en general me regalan sus sonrisas o unas palabras amigables.
    Abrazo este escrito y gracias por poner de manifiesto con tal elocuencia esta realidad.

    1. Hola Paula, si, muchas violencias (racistas) están súper normalizadas en el territorio español. Solo con echarle un vistazo al lenguaje del día a día: ir al chino, ir al paqui, pagar en negro, me pongo negra, etc,.

      Y ya lo del descubrimiento de America (discurso de la ultraderecha) es para ponerse las manos en la cabeza.

      Que mal lo del comentario hacia las personas gitanas. Lo peor es cuando se dan en espacios que deberían ser educativos pero están profundamente sesgados por el racismo y el eurocentrismo.

      Espero que encuentres personas que resistan junto a ti o al menos que estén en un proceso de reflexionar sobre sus privilegios.

  3. No soy terapeuta ocupacional pero me interesa la profesión desde hace algunos años.
    Desde mi experiencia como persona racializada viviendo en España desde la pandemia siento que están muy atrasados con el tema de racismo (vengo de Estados Unidos) y no me sorprende que estas entidades mencionadas en el post no hayan mencionado nada sobre racismo o hayan ignorado el mensaje principal de racismo sistémico de la WOFT.
    Lo he conversado muchísimo con otras personas racializadas españolas y migrantes, falta muchísimo incluso en espacios de lo “social”. Y también hace muchísimo daño, pero confío en que poco a poco se abren estas conversaciones.

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